Los bonos argentinos siguen operando en zona de mínimos y el riesgo país se sostiene cómodamente por encima de los 1500 puntos. Pese a operar con retornos cercanos al 20%, nadie quiere invertir en la deuda argentina.
La novedad es que, ni a estos precios, los fondos buitre se muestran interesados en comprar bonos locales.
Tras los dichos del ministro de Economía, Martín Guzmán, que la semana pasada insinuara que el arreglo con el FMI va para largo y que ayer acusó al organismo de «ser parte de los problemas de la Argentina», los principales hedge funds salieron a liquidar sus posiciones en activos argentinos.
Según se ha sabido, el desarme fue total, como si se tratara de una liquidación por cierre que hacen los locales de la calle Florida: desde bonos CER hasta bonos en dólares, pasando por acciones.
El desinterés de los inversores
Los precios de los activos financieros muestran un claro desinterés de los inversores por comprar riesgo argentino. Los Adrs se ubican en zona de mínimos históricos mientras las acciones en Wall Street y de mercados emergentes se encuentran en máximos.
Yendo a la deuda argentina, el mundo financiero global opera con bonos en mínimos históricos, tanto para los mercados desarrollados como para los mercados emergentes.
Los bonos a 10 años de países desarrollados rinden todos menos del 2%. Los bonos de grado de inversión rinden poco más del 2,6%, mientras que los bonos de alto rendimiento saltan a 4,9%. Los bonos de mercados emergentes rinden 4% a la vez que los bonos más riesgosos de mercados lo hacen al 5,6%.
Argentina en cambio rinde 18% en sus bonos de ley NY y 21% en sus bonos de ley local.
Alta probabilidad de default
Tanto los bonos de ley local como de ley NY tienen sus curvas invertidas, desplazadas al alza. La curva de legislación extranjera rinde 18% en la parte corta y por encima del 15% en la parte larga. A su vez, los bonos de ley local rinden 21% en la parte más corta.
La probabilidad de default se encuentra por encima del 90% y las paridades de los bonos se encuentran debajo del 40% en todos los tramos de la curva, lo cual muestra la desconfianza que tienen los inversores sobre la deuda argentina.
Lo peor de todo es que, ni los fondos buitre hoy en día son compradores de bonos argentinos.
José Ignacio Bano, gerente de research de InvertirOnline remarcó en que estos precios abre la puerta a que inversores especulativos entren en bonos argentinos aunque aun resulta prematuro esperar que ingresen los fondos buitre.
Deuda argentina: poco atractiva para los fondos buitres
De alguna manera, la estructura de vencimientos y cupones de la deuda argentina termina siendo contraproducente para que los bonos puedan mejorar en el corto plazo. La falta de cupones resta atractivo para inversores institucionales no especulativos.
A su vez, la extensión en el tiempo de los próximos vencimientos también le quita atractivo para que los buitres compren ya que los compromisos que podrían hacer caer al país en default se encuentran lejos en el tiempo.
Carla Danielle, research de Dracma entiende que si bien los precios de los bonos se encuentran muy bajos «es apresurado pensar en que los fondos buitre podrían comprar deuda argentina ya que el objetivo detrás de estos fondos no es la búsqueda de rentabilidad sino que busca litigar».
¿Quién compra deuda argentina?
Los precios bajos de la deuda hace que la probabilidad de default sea mayor al 94% dentro de la próxima década, lo cual muestra también que la deuda local es de alto riesgo y de grado especulativo.
El desinterés de la deuda argentina es tal que no solo no encuentran compradores sino que, los fondos que están invertidos buscan cualquier rebote para salirse, es decir, la posición técnica de los bonos es muy mala.
Los fondos real money tienen en sus carteras mayor deuda argentina de lo que les gustaría estar invertidos y por ello, cualquier rebote es aprovechado para vender y salirse de la posición.
Pedro Siaba Serrate, Fixed Income Strategist de Portfolio Personal Inversiones remarca que haber despejado los vencimientos tras la reestructuración de deuda no alcanzó para traer confianza en los inversores y que, a estos precios, solo jugadores altamente especulativos podrían comprar deuda local.
«Los precios de los bonos soberanos se hundieron hasta un nuevo mínimo post reestructuración, lo cual es el reflejo de la incertidumbre enorme respecto del futuro del país. Despejar los pagos de capital e intereses de los próximos años era esencial, pero no alcanza para hacer la deuda sustentable per se. Tarde, o temprano, la Argentina necesita volver a un sendero de crecimiento y disciplina fiscal que permita reunir los recursos para cubrir sus necesidades financieras. Básicamente, los precios le están exigiendo al país que cumpla con su parte del trato. Lógicamente, en este contexto de incertidumbre, la demanda de bonos va a venir de los jugadores de mercado que pueden asumir ese enorme riesgo«, afirmó el Fixed Income Strategist de PPI.